sábado, 21 de noviembre de 2009

La prohibición del Café

La prohibición del Café


El café, esa sustancia tan familiar y decididamente compañera, estuvo prohibido en Rusia, en el siglo XIX, con penas de tortura y mutilación. El consumidor de café era castigado de manera brutal: cortándole la nariz o las orejas.


Pero esta no es la única prohibición del café: la primera ocurrió en 1511, cuando el emir Kair-Bey de Persia fue convencido por los doctores de que era una bebida embriagante y ordenó destruir el producto y cerrar todos los cafés. Además, cualquiera que fuera descubierto consumiento café recibía una paliza y si éste volvía a delinquir, se le introducía en una bolsa de cuero y se le arrojaba al mar. Para suerte de muchos, este edicto fue rápidamente derogado a instancias de su superior, el sultán del Cairo.


Aunque años después, un fanático sacerdote del Cairo, lanzó una enérgica campaña contra esos lugares peligrosos donde se vende café; los fieles salieron enardecidos de las mezquitas a destruir los cafés, mientras la ciudad se dividía a favor y en contra del café. El jeque Belek, gobernador de la ciudad, para poner fin al litigio, llamó a dlos médicos y a doctores en leyes a una conferencia; luego de escuchar con paciencia la discusión entre todos los presentes, ordenó servir café. Luego de tomar el suyo, y sin decir una palabra, se levantó de la reunión y se fue.


Desde ese momento, nunca más se oyó en El Cairo una prédica en contra del café.



viernes, 20 de noviembre de 2009

yo me visto de cenizas

Afuera hay sol.
No es más que un sol
pero los hombres lo miran
y después cantan.

Yo no sé del sol.
Yo sé de la melodía del ángel
y el sermón caliente
del último viento
Sé gritar hasta el alba
cuando la muerte se posa desnuda
en mi sombra.

Yo lloro debajo de mi nombre.
Yo agito pañuelos en la noche
y barcos sedientos de realidad
bailan conmigo.
Yo oculto clavos
para escarnecer a mis sueños enfermos.

Afuera hay sol.
Yo me visto de cenizas.

Alejandra Pizarnik

jueves, 19 de noviembre de 2009

El Pensador de Rodin y el individualismo


El Pensador de Rodin y el individualismo


La enorme tristeza condensada en la tonelada de bronce de la estatua El pensador, de Rodin, me impulsa a vincular esta obra al “individualismo” moderno. En términos sociales e históricos, la modernidad llega con la superación de la etapa preindustrial, de características rurales, basadas en la tradición y la vida comunal. Significó el triunfo de la razón y la transformación del sentido temporal de la legitimidad. Pero, a pesar de las características liberadoras del nuevo espacio social, el hombre moderno construyó refugios en soledad, donde abandonó la verdad y la sabiduría.

El abigarrado taller de un artista del Renacimiento, con sus maestros, aprendices y la mutua colaboración, me parecieron siempre una representación muchísimo más acertada del trabajo de un filósofo que la sombría figura de El pensador de Rodin. Siempre pensé que el trabajo en filosofía, o en el arte mismo, debía ser un trabajo eminentemente cooperativo y comunicativo, no una aventura solitaria parecida a la del náufrago abandonado a su suerte o a la del corredor de maratón que sólo puede confiar en sus propias fuerzas.

La vida es un trabajo en colaboración con todos los que nos han precedido en esta maravillosa aventura de crear, pensar y sentir, con los que crean, piensan y sienten ahora —con quienes podemos dialogar y de quienes podemos aprender— y con los que vendrán después de nosotros.

En mi soledad he visto cosas muy claras, que no son verdad, escribía Machado, de cara a un siglo XX que rajó la tierra. El individualismo moderno que emana de las imágenes del pensador de Rodin o de Descartes solitario junto a la estufa, me parece una forma totalmente distorsionada de comprender al ser humano. Como sugiere la escultura de Rodin, el individualismo lleva a creer que el ser humano mediante la reflexión y la creación se aísla, se torna un individuo separado de los demás. Me parece que la verdad es todo lo contrario. El uso de la imaginación (y de la razón, claro) nos lleva a los seres humanos a volcarnos en los demás. En el caso de los filósofos y los artistas, se trata de encontrar belleza y argumentos que hagan nuestras vidas —y las de quienes reciben sus señales— más humanas.

¿Qué estamos haciendo para que las demás personas se abran a los demás, para no encerrarse en un individualismo destructor?

Pensemos con radicalidad y comuniquemos lo pensado a los demás: eso es ir contra el individualismo.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Saqueo


CARTA DEL CACIQUE GUAICAIPURU CUATÉMOC


Aquí pues yo, Guaicaipuro Cuatémoc, he venido a encontrar a los que celebran el encuentro.
Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que se encontraron hace quinientos años.
Aquí pues nos encontramos todos. Sabemos lo que somos, y es bastante. Nunca tendremos otra cosa.
El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron. El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme. El hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con
intereses, aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros, sin pedirles consentimiento. Yo los voy descubriendo.
También yo puedo reclamar pagos, también puedo reclamar intereses.
Consta en el Archivo de Indias. Papel sobre papel, recibo sobre recibo, firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a Sanlúcar de Barrameda 185 mil Kg de oro y 16 millones Kg de plata
provenientes de América. ¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron al Séptimo Mandamiento. ¿Expoliación? ¡Guárdeme Tanatzin de figurarme que los europeos, como Caín, matan y niegan la sangre del hermano! ¿Genocidio? ¡Eso sería dar crédito a calumniadores como Bartolomé de las Casas, que califican al encuentro de 'destrucción de las Indias', o a ultrosos como Arturo Uslar Pietri, que afirma que el arranque del capitalismo y la actual civilización europea se deben a la inundación de metales preciosos. ¡No! Esos 185 mil Kg de oro y 16 millones Kg de plata deben ser considerados como el primero de muchos préstamos amigables de América destinados al desarrollo de Europa. Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no sólo a exigir su devolución inmediata, sino la indemnización por daños y perjuicios. Yo, Guaicaipuro Cuatémoc, prefiero creer en la menos ofensiva de las hipótesis.
Tan fabulosas exportaciones de capital no fueron más que el inicio de un plan Marshall-tezuma, para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización. Por eso, al celebrar el Quinto Centenario del Empréstito, podremos preguntarnos: ¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o, por lo menos, productivo de los recursos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional? Deploramos decir que no.
En lo estratégico, lo dilapidaron en las 'batallas de Lepanto', en 'armadas invencibles', en 'terceros reichs' y otras formas de exterminio mutuo, sin otro destino que terminar ocupados por las tropas gringas de la
OTAN, como Panamá pero sin canal.
En lo financiero, han sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el capital y sus intereses cuanto de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta el Tercer Mundo. Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman, conforme a la cual una economía subsidiada jamás puede funcionar. Y nos obliga a reclamarles, por su propio bien, el pago del capital y los intereses que, tan generosamente, hemos demorado todos estos siglos.
Al decir esto aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a los hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas flotantes de 20%, y hasta 30%, que los hermanos europeos le cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo de 10% anual, acumulado sólo durante los últimos 300 años.
Sobre esta base, y aplicando la fórmula europea del interés compuesto, informamos a los descubridores que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 180 mil Kg de oro y 16 millones Kg de plata, ambas elevadas a la potencia de 300. Es decir, un número para cuya expresión total, serían necesarias más de 300 cifras, y que supera ampliamente el peso total de la Tierra. ¡Muy pesadas son esas moles de oro y plata! ¿Cuánto pesarían, calculadas en sangre?
Aducir que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo.
Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos.
Pero sí exigimos en forma inmediata la firma de una 'carta de intención' que discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente; y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica.
Dicen los pesimistas del Viejo Mundo que su civilización está en una bancarrota tal que les impide cumplir con sus compromisos financieros o morales.
En tal caso, nos contentaríamos con que nos pagaran entregándonos la bala con la que mataron al Poeta.
Pero no podrán.
Porque esa bala es el corazón de Europa.

Pessoa


SI YO PUDIERA MORDER LA TIERRA TODA


Si yo pudiera morder la tierra toda
y sentirle el sabor seria más feliz por un momento...
Pero no siempre quiero ser feliz
es necesario ser de vez en cuando infeliz para poder ser natural...
No todo es días de sol
y la lluvia cuando falta mucho, se pide.
Por eso tomo la infelicidad con la felicidad.
Naturalmente como quien no se extraña
con que existan montañas y planicies y que haya rocas y hierbas...
Lo que es necesario es ser natural y calmado en la felicidad o en la infelicidad.
Sentir como quien mira. Pensar como quien anda,
y cuando se ha de morir,
recordar que el día muere y que el poniente
es bello y es bella la noche que queda.
Así es y así sea.


Fernando Pessoa (1888-1935)

Poeta, ensayista y traductor portugués que nació y murió en Lisboa.
Es la figura más representativa de la poesía portuguesa del siglo XX. Sus primeros años transcurrieron en Ciudad del Cabo, mientras su padrastro ocupaba el consulado de Portugal en Sudáfrica. A los diecisiete años viajó a Lisboa, donde después de interrumpir sus estudios de Letras alternó el trabajo de oficinista con su interés por la actividad literaria.
La influencia que en él ejercieron autores como Nietzsche, Milton y Shakespeare, lo llevaron a traducir parte de sus obras, y a producir los primeros poemas en idioma inglés. También dirigió varias revistas.
"Mensaje" fue su primera obra en portugués y única publicada en vida del poeta. Parte de su obra está representada por los numerosos heterónimos creados durante su vida, siendo los más importantes Alvaro de Campos, Ricardo Reis y Alberto Caeiro.

martes, 6 de octubre de 2009

La caprichosa distribución de los objetos


LA CAPRICHOSA DISTRIBUCIÓN DE LOS OBJETOS


Amanecí desterrado

a esta isla fantasma.


El rumor del viento

grisea la luz.


Patético día de metal,

quieres manchar mis ojos.


Estoy puro, suspendido

en la mudez del santificado.


Sólo nos separa

la caprichosa distribución de los objetos.


Luis Funes

Pizarnik



SALVACIÓN


Se fuga la isla
Y la muchacha vuelve a escalar el viento
y a descubrir la muerte del pájaro profeta

Ahora
es el fuego sometido

Ahora
es la carne
la hoja
la piedra
perdidos en la fuente del tormento
como el navegante en el horror de la civilación
que purifica la caída de la noche

Ahora
la muchacha halla la máscara del infinito
y rompe el muro de la poesía.

MADR
UGADA

Desnudo soñando una noche solar.
He yacido dí
as animales.
El viento y la llu
via me borraron
como a un fuego, como a un poema
escrito en
un muro.


(1936-1972)

Alejandra Pizarnik nació en Buenos Aires, el 29
de Abril de 1936, en una familia de inmigrantes de Europa oriental. Estudió filosofía y letras en la Universidad de Buenos Aires y, más tarde, pintura con Juan Batlle Planas. Entre 1960 y 1964, Pizarnik vivió en París, donde trabajó para la revista "Cuadernos" y algunas editoriales francesas; publicó poemas y críticas en varios diarios, tradujo a Antonin Artaud, Henri Michaux, Aimé Cesairé, e Yves Bonnefoy, y estudió historia de la religión y literatura francesa en la Sorbona. Luego de su retorno a Buenos Aires, Pizarnik publicó tres de sus principales volúmenes, "Los trabajos y las noches", "Extracción de la piedra de locura" y "El infierno musical", así como su trabajo en prosa "La condesa sangrienta". En 1969 recibió una beca Guggenheim, y en 1971 una Fullbright. El 25 de septiembre de 1972, mientras pasaba un fin de semana fuera de la clínica psiquiátrica donde estaba internada, Pizarnik murió de una sobredosis intencional de seconal.

domingo, 4 de octubre de 2009

Un paso adelante (III)


Nací en 1964; crecí en los 70 y los 80 me agarraron con el pelo largo y mucho rock setentoso consumido. Y de repente se vino toda la new wave y pensé “¡Guau, qué bueno! ¡Se cortaron el pelo! ¡Se pusieron una corbata
finita y una camisa roja!” y agradecí que la canción volviera a mutar para un lado más despojado. Tal vez fue el punk rock... Me acuerdo de un amigo DJ, de Mar del Plata, que me mostró un disco y me dejó perplejo: “Never
Mind the Bollocks”, de los Sex Pistols. Eso sí que me creó la necesidad de buscar más. Claro que todos escuchábamos lo más popular de esa época, lo que nos llegó más rápido: el reggae blanco y pop de The Police. Entonces uno de ellos salía en un video con una remera de The Beat y te preguntabas qué era eso y así pasabas de una cosa a la otra. Y enseguida, por 1983, cayó en mis manos el primer disco de The Selecter. No me acuerdo si lo compré en una galería de la calle Corrientes, cerca del Obelisco, pero creo que después de mirar un vinilo
de Nick Lowe apareció esta tapa con el tipo trajeado,
sufriendo... Yo estaba terminando el secundario, los Cadillacs no existían ni remotamente y tenía procesado cierto sonido de reggae por Marley y Police, pero cuando
escuché Selecter dije “¡Esto quiero yo!”. Es gracioso cómo uno entiende un nuevo sonido: en ese momento, por ejemplo, mi interpretación naive fue que el ska era reggae en 45 revoluciones...

Flavio Cianciarulo, bajista de Los Fabulosos Cadillacs

Extraído de Flores, Daniel: La manera correcta de gritar. Libros de la Isla, BsAs (muy recomendado)

sábado, 3 de octubre de 2009

Un paso adelante (II)


Debía ser 1981. Vivía en Banfield, estaba en séptimo grado y era fiel oyente de “Sonrisas”, el programa de radio
que Graciela Mancuso conducía en El Mundo. Estaba de 22 a 3 de la mañana y, tipo a la medianoche, Pettinato
tenía una sección que se llamaba “La hora fantasma”. Gracias a Pettinato conocí bandas de las que fui enfermo muchos años, como Devo y B52’s. También conocí mucha música por “El tren fantasma”, otra rareza de la radio. Y por la trasnoche del comienzo de la Rock & Pop, cuando todavía no tenían programación y pasaban Specials y mucha
new wave. Por el lado de la televisión, apenas empezó ATC había un programa de videoclips, “Música prohibida para mayores”, los jueves a las 21, donde siempre ponían un video de The Police y casi siempre alguno de Madness. De hecho yo empecé a escuchar reggae con The Police y ska con Madness. Algunos años después tuve la suerte de que un amigo comprara bastantes discos en el Parque Rivadavia,
que me grababa en cassettes. Ahí me llegó todo junto: Burning Spear, Black Uhuru...
(Vitto Genovesse, guitarrista de Skabú Simbel)

Extraído de Flores, Daniel: La manera correcta de gritar. Libros de la Isla, BsAs (muy recomendado)

Un paso adelante (I)


De 1979 a 1980, los primeros discos de bandas
esenciales como The Specials, The Selecter, Madness
y The Beat instalaron en Inglaterra el gran revival
del ska, luego globalizado. Entre el postpunk y la
new wave, la tardía versión británica de esta música
jamaiquina de los años sesenta logró tomar los rankings
y las radios impulsada por un puñado de grupos
interraciales, enérgicos y con un característico look de
trajes mod y detalles cuadriculados.
Pero el furor del movimiento 2-Tone (así
llamado por el sello independiente que lo inició)
no repercutió inmediatamente en la Argentina
del Proceso. Estallaría (transformado) sólo en la
segunda mitad de la década del ochenta, durante la
primavera democrática, y duraría casi exactamente
hasta el comienzo del crudo invierno de una
nueva crisis (por raro que resulte semejante
ordenamiento estacional).
Sin embargo, nada impidió que algunos LP de ska
inglés, recién editados, se las arreglaran para arribar
a estas costas, casi como mensajes en botellas de
ron a la deriva. Parientes viajeros, grabaciones de
grabaciones de grabaciones, o simples casualidades
hicieron posible que la relectura británica de
esta música jamaiquina aterrizara forzosa aunque
aisladamente también en Buenos Aires*.
En la primera mitad de la década, con la transición
democrática postmalvinas, no se puede decir que haya
existido una escena ska porteña, pero sí que deambuló
por ahí una desmembrada fauna de personajes new
wavers con diversos grados de simpatía por el ska, que
incluyó más significativamente, entre otros, a la mayoría
de los futuros integrantes de Los Fabulosos Cadillacs.
También a Luca Prodan, que había conocido las fuentes
de primera mano, en Inglaterra; y al creador del mítico
programa de radio “El tren fantasma”, Daniel Morano.
En la Argentina, el golpe del ska se sentiría fuerte,
con la intensidad de la moda, recién en la segunda
mitad de los ochenta, cuando aquellos iniciales grupos
ingleses ya eran historia, estaban separados o probaban
suerte con otros estilos.

(*) También en Córdoba (Nota El Enano no Duerme)

Extraído de Flores, Daniel: La manera correcta de gritar. Libros de la Isla, BsAs (muy recomendado), tecladista de Satélite Kingston, quien estuvo desde el principio.

viernes, 2 de octubre de 2009

Yámanas


"En el idioma de estos pueblos, la palabra yámana quería decir ni más ni menos que "hombre". Estos hombres vivían en una zona donde la vida es muy difícil para los seres humanos: hace frío, hay mucha lluvia y en las islas barridas por el viento hay poca cosa comestible. Más acogedora es la Isla Grande de la Tierra del Fuego; pero allí vivían solo en la costa sur, en el Canal de Beagle, porque más arriba estaba ocupada por los indios selknam, un pueblo diferente. Así que el territorio yámana tomaba unos 250 kilómetros por las costas del Beagle y llegaba hasta las islas del Cabo de Hornos, casi 100 kilómetros para el sur. Los yámanas se arreglaban con muy poca cosa; sus casas eran chocitas de ramas y cueros y andaban medio desnudos con tanto fresquete." (...)



"Los yámanas estaban hoy en una playa y mañana en otra; el lunes en una isla y el jueves de la semana siguiente en la de más allá. ¿Qué les pasaba, eran inquietos? No, ni más ni menos era que tenían que comer, así que cuando en una parte no había más animales comestibles (y eso que para ellos prácticamente todos los animales eran buenos para comer), juntaban sus cosas, que eran muy pocas, las metían en su canoa y se iban para otro lado. Por eso, como vamos a ver, sus casas eran tan sencillas y fáciles de hacer y no tenían drama en abandonarlas."

Palermo, M.A. Los Yámanas. Buenos Aires, Libros del Quirquincho, 1991.


"Los yámanas usaban muy poca ropa. Hombres, mujeres y chicos llevaban una capa corta, de piel de lobo marino cachorro (la de ese animal adulto es demasiado dura y gruesa), de nutria de mar, de guanaco o de zorro; algunas mujeres también usaban la piel del cormorán, con sus plumas." (...) "¿Por qué tan poco en zona tan fría? Más que nada por la humedad. En la canoa pasaban mucho tiempo y allí las olas los salpicaban a cada rato. Y cuando se largaba a llover tenían que aguantar la lluvia hasta llegar a la costa y meterse en las chozas. Así que andar muy emponchado hubiera significado ropa mojada, incómoda y fría (...) " (...) "Pero mantenían el calor del cuerpo mucho mejor de lo que podría pensarse, de distintas formas: lº) con el fuego; 2º) untándose con aceite de pescado o grasa de lobo marino, que aislaba bastante contra el frío, protegía la piel contra el viento y hacía resbalar el agua; 3º) comiendo mucha grasa, que daba calorías."

Palermo, M.A. Los Yámanas. Buenos Aires, Libros del Quirquincho, 1991.

jueves, 1 de octubre de 2009

Pintura


Contra toda opinión, no son los pintores sino los espectadores quienes hacen los cuadros.
Marcel Duchamp

Mother Dao


Desde 1912 a 1933, en las colonias holandesas de Indonesia se realizaron filmaciones oficiales: la finalidad era exponer como las colonias eran gobernadas de manera en apariencia benevolente, al menos en lo social.

Se filmó mucho y variado. De al menos unos 200 de estos films, el director y antropólogo holandés Vincent Monnikedam, editó Mother Dao (con forma de Tortuga). La mirada de Monnikedam en 1995 hace cambiar el significado. A partir del mismo material surge la voz del dominado, no solo por las canciones y los poemas, sino que el material fílmico que en esa coyuntura parecía mostrar algo natural, ahora lo que muestra es algo reprochable. Recopila producciones del cine colonial de Indonesia, durante la colonización holandesa en 1920 y está recolocando este material en la política de fines del siglo XX.

La política vinculada a la explicación histórica de la grandeza europea.

Monnikedam reunió películas en nitrato (una tecnología disponible en ese momento) conservadas en los archivos nacionales y rodadas por camarógrafos holandeses desde 1912 a 1933 en las colonias de las Indias. Compilando más de 200 películas VM realizó esta obra, donde muestra cómo gobernaban los holandeses sus colonias y la imagen que ellos querían de su actuación social a través de los films. Los cantos y poemas dan a los indígenas una voz que atraviesa esta fachada, conduciéndonos a otro universo, todavía desconocido para nosotros. Es una voz que atraviesa el tiempo y nos lleva a un mundo, que el europeo todavía no había violentado (¿o una diosa que agoniza y que muere en el mundo material?).

La naturalidad del explorador holandés ingresando en una aldea selvática de Indonesia; los occidentales de la ciudad siempre vestidos de blanco entre una población con pocas ropas; un Cristo europeizado que puso vestimenta a los nativos desnudos; la deforestación de bosques y una matanza masiva de cocodrilos; el trabajo Occidental- desconocido en la cotidianeidad de esas gentes, como la explotación minera o el levantamiento de cosechas-; todo supervisado por el amo blanco, sin duda para alimentar la demanda occidental del inacabable mercado mundial.

Son asombrosas las escenas de niños nativos desnudos (tal vez de menos de 6 años) fumando, una niña-madre dando la teta a su hijo mientras este también fuma entre cada succión… una decadencia forzada por la introducción occidental en un mundo misterioso… una aparente armonía.

Aunque el film puede deslizar un tono romántico en la vestimenta estereotipada del explorador europeo en un ambiente exótico, donde habita el “buen salvaje” y sus cantos, Mother Dao –“The Turtlelike” -parece ser la metáfora donde el encuentro entre diferentes mundos no parece tener acuerdo, sino un dominio directo (o disimulado), de quien tiene más capacidad para dominar.

La antropología como disciplina emergió principalmente como una necesidad para estudiar a ese “otro” cultural, a partir de la colonización y división del mundo que impuso Occidente a fines del siglo XIX. Conocer a los indígenas mediante la etnografía, convivir con ellos, estudiarlos para distintos propósitos, incluso realizando medidas antropométricas (como se ve en pasajes del film), fue una necesidad para ensayar leyes generales que expliquen los principios de la “cultura”, tal vez para entenderla, educarla y dominarla.


Documento


"Interrogar al cine partiendo de su faceta documental significa interrogarse sobre el estatuto de la realidad frente a la cámara, o la relación entre el filme y la realidad. Significa elegir un eje de reflexión, un eje que supone que el cine se reinventa a sí mismo cuando logra hacer visible algo que hasta entonces había permanecido inadvertido en nuestro mundo."

Jean Breschand

Tokyo Ska Paradise Orchestra/bandón

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Señora Dictadura


Hace unos días, en "Almorzando con Mirtha Legrand" hablaban acerca de la libertad de prensa en Argentina. "...No se puede opinar en la Argentina, porque la gente tiene miedo, por que los K son autoritarios... No apruebo muchas acciones del gobierno K, pero una buena rodaja de salamín -con queso y pan fresco- se me atascó en la garganta: quienes estaban en la mesa eran "peronistas disidentes" (Rodriguez Saa, Romero, etc) que estuvieron con el terrorista economico Menem (entre otros cachivaches) y, en el centro de la escena, una señora que es la verdadera invitada de su programa, donde los supuestos comensales terminan hablando más de la octogenaria señora que de lo que hacen, una señora que invitaba a los generales de la última dictadura a almorzar y contar como habían terminado con la subversion en la Argentina.

Aquí va un escrito de alguien que fue movilizado por uno de los tantos dichos de la Sra Dictadura Mirta Legrand es muy conocida en toda Latinoamerica como una de las protagonistas de la Epoca de Oro del Cine Argentino. Ella no hace honor a ese afecto que le tienen en la América India Un ciudadano argentino decidió contestar a sus desagradables declaraciones respecto a lo sucedido en la hermana republica de Honduras

Para pensar en lo que trasmiten los medios... Que los medios no golpeen las puertas de los cuarteles. Defendamos todos los días nuestro derecho a vivir en DEMOCRACIA. Me dirijo a usted, en mi carácter de simple ciudadano, para solicitarle tenga a bien aclarar —o rectificar— algunas opiniones que vertiera la semana pasada, en su programa televisivo difundido por Canal América, con relación a la situación Política que está viviendo la hermana República de Honduras. Muchos argentinos tuvieron la posibilidad de verla y escucharla decir, señora, que “no le importaba para nada lo que ocurría en ese país hermano”. Desde luego que soy respetuoso de las opiniones de todos, incluyendo obviamente la suya, pero ello no impide tener presente que el simple uso de la palabra puede resultar agraviante e inclusive llegar al extremo de constituir un delito penal, como lo prueba la existencia de los delitos de calumnias e injurias previstos en nuestra legislación. Lo dicho es al solo efecto de dejar en claro que el uso de la libertad que ejercemos al expresarnos —ya sea para decir lo primero que se nos viene a la cabeza o una firmación previamente meditada—, puede tener consecuencias jurídicas. Mucho más aún cuando son proferidas por personas ampliamente conocidas como es su caso, y por medios masivos de comunicación que llegan a millones de personas. En este caso, usted expresó —y volvió a ratificarlo un par de días más tarde en su mismo programa y ante otro panel de invitados— que “no le importa lo que ocurre en la República de Honduras”, mientras que la comunidad internacional, los organismos internacionales y la opinión pública en general coinciden en afirmar que el Presidente Zelaya, de Honduras, elegido en forma absolutamente democrática, fue derrocado por un golpe cívico-militar. Sentí vergüenza ajena al escuchar sus palabras, así como una profunda desazón por la actitud de los invitados al programa ese día -todos ellos políticos que el día anterior habían sido votados por muchos argentinos-, quienes, como toda respuesta, sonrieron ante su exabrupto, denotando al menos complicidad. Me pregunto, como argentino y latinoamericano, y le traslado la misma pregunta, si sus expresiones acerca de la realidad de Honduras ¿debemos tomarlas como una muestra de ignorancia acerca de la historia o -por el contrario- si fueron formuladas con pleno conocimiento de los hechos? Me gustaría creer que su opinión sobre el tema tiene como causa una profunda ignorancia de la historia. Sin embargo, no hace falta ser un experto, basta con ser algo curioso —usted da a entender que lo es— para entender sobre el proceso de formación de los países en el continente americano, y coincidir acerca de las causas que imposibilitaron constituir una patria grande, como soñaban San Martín y Bolívar. En esas mismas razones podemos encontrar las respuestas sobre la reiterada desestabilización e interrupción de procesos democráticos en los países latinoamericanos. Una triste y repetida historia de golpes de Estado, seguidos de cruentas dictaduras, torturas, genocidios y desaparición forzada de personas, dando por resultado todo tipo de violaciones a los derechos humanos. Le anticipo y le ahorro, señora Legrand, la tentación de querer descalificar esta carta, apelando a categorías políticas nacidas en la Asamblea Legislativa de Francia en 1791, ya que la presente no tiene como sustento una cuestión puramente ideológica. Cuando se viola la ley, cuando se desconoce la voluntad popular, cuando se derroca un presidente votado por la mayoría del pueblo, la condena a esos hechos no es ni de izquierda, ni de centro, ni de derecha. Es lo mismo que el encuadre legal sobre un Estado que secuestra, mata o hace desaparecer personas. Tales delitos son de lesa humanidad, cualquiera fuera la posición ideológica que cada uno sustente. Harina de otro costal es que, en general, los reaccionarios tiendan a justificar tales aberraciones. La importancia que tiene preocuparnos sobre la suerte de los procesos democráticos en América Latina es la de construir un reaseguro para todos los pueblos del continente. O al menos, de quienes aspiramos a vivir en países donde la democracia no sea una mera formalidad, sino un instrumento de cambio para lograr sociedades más igualitarias, más justas y más libres. Si no hubiese existido esa preocupación por parte de varios mandatarios de la región, casi seguro que Evo Morales, el presidente de Bolivia, habría sido derrocado. Bueno es recordar que dicho presidente fue elegido por la gran mayoría del pueblo boliviano. Mantener la democracia y la legitimidad de los gobiernos de nuestra América Latina no es una cuestión menor. De esa manera, entre otras cosas, honraremos a los miles y miles de muertos que lucharon por patrias más justas, más solidarias, contra la ignorancia, la pobreza y la desigualdad. Si nos desentendemos de la suerte que corren nuestros pueblos hermanos de Latinoamérica, ofenderemos además y muy gravemente al Padre de la Patria. El sueño del General San Martín fue el de una América Latina unida, una Patria Grande. Se rehusó a pelear contra sus hermanos, pero ofreció volver a pelear cuando ingleses y franceses realizaron el bloqueo en el Río de la Plata, iniciado en 1845. Sería bueno intentar entonces, señora, ser coherentes. Y para ello, no creernos que resulta suficiente con ponerse la escarapela cada 17 de agosto, para demostrar qué tan argentinos nos sentimos ese día. Nuestro General San Martín seguramente estaría hoy peleando por la restitución del Presidente elegido por el pueblo hondureño y del lado de todos los Presidentes americanos que desean luchar por ese objetivo. Espero que lo hasta aquí dicho la invite a interiorizarse un poco sobre la historia y la ayude a reflexionar sobre las opiniones que ha estado vertiendo públicamente durante estos días pasados. Ahora bien, si nada de lo que expresara en esta carta constituyera una novedad para usted, de modo que sus opiniones sobre la grave situación de Honduras hubieren sido el fruto de una posición política tomada, entonces habré perdido en vano mi tiempo escribiendo estas líneas. La saluda atentamente, Daniel Eduardo Gilibert

Para el postre me gustaría helado de limón. Está bueno para pasar el meloso gustillo a represión.

lunes, 28 de septiembre de 2009


Sombras/Ciudad

Desde hace unos cuantos años -medidos en desfiles militares, amenazas de cañón y arquitecturas teóricas cómplices- el espacio de todos se ha ido abandonando... El centro de Córdoba, desde el aumento de la participación de los sectores populares en la renta nacional, era el faro urbano donde se concentraban los deseos de muchos, los cruces de miradas y el inevitable rozamiento; el diálogo de las clases y la exposición de las distintas narrativas que dibujaban sus esquinas y sus luces.
Ese manojo resplandeciente de sensaciones hoy es un oscuro tránsito hacia la estratificación más cruel y más moderna. Hoy hay espacios para "lindos y feos", "ricos y pobres", "de acá y de allá". Los nuevos tiempos han hecho del centro de la ciudad un lugar donde las personas pasan de largo, para ir hacia el lugar "donde corresponden".

Oscuridad, abandono. Miedo, silencio, ceguera: la peatonal como botón de muestra de los dramas sociales y la historia.

El espacio habla.
¿Vamos a tomar una coca al centro?