jueves, 1 de octubre de 2009

Mother Dao


Desde 1912 a 1933, en las colonias holandesas de Indonesia se realizaron filmaciones oficiales: la finalidad era exponer como las colonias eran gobernadas de manera en apariencia benevolente, al menos en lo social.

Se filmó mucho y variado. De al menos unos 200 de estos films, el director y antropólogo holandés Vincent Monnikedam, editó Mother Dao (con forma de Tortuga). La mirada de Monnikedam en 1995 hace cambiar el significado. A partir del mismo material surge la voz del dominado, no solo por las canciones y los poemas, sino que el material fílmico que en esa coyuntura parecía mostrar algo natural, ahora lo que muestra es algo reprochable. Recopila producciones del cine colonial de Indonesia, durante la colonización holandesa en 1920 y está recolocando este material en la política de fines del siglo XX.

La política vinculada a la explicación histórica de la grandeza europea.

Monnikedam reunió películas en nitrato (una tecnología disponible en ese momento) conservadas en los archivos nacionales y rodadas por camarógrafos holandeses desde 1912 a 1933 en las colonias de las Indias. Compilando más de 200 películas VM realizó esta obra, donde muestra cómo gobernaban los holandeses sus colonias y la imagen que ellos querían de su actuación social a través de los films. Los cantos y poemas dan a los indígenas una voz que atraviesa esta fachada, conduciéndonos a otro universo, todavía desconocido para nosotros. Es una voz que atraviesa el tiempo y nos lleva a un mundo, que el europeo todavía no había violentado (¿o una diosa que agoniza y que muere en el mundo material?).

La naturalidad del explorador holandés ingresando en una aldea selvática de Indonesia; los occidentales de la ciudad siempre vestidos de blanco entre una población con pocas ropas; un Cristo europeizado que puso vestimenta a los nativos desnudos; la deforestación de bosques y una matanza masiva de cocodrilos; el trabajo Occidental- desconocido en la cotidianeidad de esas gentes, como la explotación minera o el levantamiento de cosechas-; todo supervisado por el amo blanco, sin duda para alimentar la demanda occidental del inacabable mercado mundial.

Son asombrosas las escenas de niños nativos desnudos (tal vez de menos de 6 años) fumando, una niña-madre dando la teta a su hijo mientras este también fuma entre cada succión… una decadencia forzada por la introducción occidental en un mundo misterioso… una aparente armonía.

Aunque el film puede deslizar un tono romántico en la vestimenta estereotipada del explorador europeo en un ambiente exótico, donde habita el “buen salvaje” y sus cantos, Mother Dao –“The Turtlelike” -parece ser la metáfora donde el encuentro entre diferentes mundos no parece tener acuerdo, sino un dominio directo (o disimulado), de quien tiene más capacidad para dominar.

La antropología como disciplina emergió principalmente como una necesidad para estudiar a ese “otro” cultural, a partir de la colonización y división del mundo que impuso Occidente a fines del siglo XIX. Conocer a los indígenas mediante la etnografía, convivir con ellos, estudiarlos para distintos propósitos, incluso realizando medidas antropométricas (como se ve en pasajes del film), fue una necesidad para ensayar leyes generales que expliquen los principios de la “cultura”, tal vez para entenderla, educarla y dominarla.


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