Amanecí desterrado
a esta isla fantasma.
El rumor del viento
grisea la luz.
Patético día de metal,
quieres manchar mis ojos.
Estoy puro, suspendido
en la mudez del santificado.
Sólo nos separa
la caprichosa distribución de los objetos.
Luis Funes
el tiempo y el espacio... dos fricciones que demoran o impiden nuestro encuentro... luego descubrimos que el amor, el buscar al otro con obstinación y contra todo pronóstico adverso, podía permitirnos sortear esas ineludibles condiciones de nuestra existencia en el mundo...
ResponderEliminarleer de nuevo al poeta amado es vijar en el tiempo y recordar el vertigo apasionante de luchar contra esa caprichosa distribucion de nuestros cuerpos (el tiempo de conocernos, el tiempo de nuestras vidas, el lugar secreto de nuestra cita, el recorrido hacia el encuentro que nos desvelaba)... estar cerca, intercambiar miradas y palabras, fue un paraíso que debimos conquistar, no sin antes haberlo deseado e imaginado...
ya juntos en el espacio, eso que llamamos nuestra casa, seguiremos buscándonos en el tiempo de cada uno: de nuestros deseos, de nuestras tareas, de nuestras tristezas, de nuestros sueños... siempre es así: para encontrarnos, debemos buscarnos, cada día de nuevo.